Comienza un nuevo año y con el un mundo de
oportunidades se abre ante nosotros. El momento es propicio para reflexionar
internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y el porvenir.
Para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor.
Si nos detenemos por un momento y hacemos una pausa
para mirar hacia atrás, podremos darnos cuenta que nos encontramos exactamente
donde nos han traído nuestras acciones pasadas. El ser humano construye su
futuro día a día mediante sus pensamientos, palabras y acciones, y estas a su
vez van moldeando el presente.
Si nos ponemos metas claras y trabajamos por ellas nos
damos cuenta que con el pasar del tiempo nuestra voluntad se fortalece y nos
sentimos cada vez más capaces de lograr lo que nos propusimos; y no solo eso
sino que también sentimos la necesidad de hacer algo por aquellos que hasta
ahora no se han propuesto lograrlo pos si mismos, y comienza entonces un
proceso de crecimiento en el cual nos volvemos conscientes de que somos dueños
de nuestros destinos y capaces de utilizar nuestra voluntad en formas cada vez
más creativas y constructivas.
A partir de ese momento vemos los obstáculos solo como
situaciones a superar y de las cuales aprender, el contento se abre paso entre
los lamentos, la alegría vence a la tristeza y la esperanza, la seguridad y la
confianza reinan donde antes se encontraba el temor.
Siempre podemos escoger entre vivir el mundo cual lo
conocemos o cambiarlo en el que deseamos, la decisión al final es de cada uno
según decida ejercitar su libre albedrío.
Que este nuevo año nos brinde paz,
amor, salud, armonía, unión, felicidad y prosperidad, cambiemos el mundo juntos
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